Estamos por finalizar enero y parte de su mística con el. La mística de enero es casi como la de navidad, provoca que todos andemos en un ideal imaginario (no que se malo) donde nuestras expectativas se elevan y es fácil estar motivados porque el año inicia y es en algún sentido lógico fijarse metas. (aunque creo deberían ser consecuentes a lo que avanzamos un año anterior).
¿Pueden nuestras vidas ser mejores este año? Si, ¿Podemos proyectarnos a más? Por supuesto, ¿Podemos hacer que nuestras vidas den un giro radical? Totalmente. Sin embargo me doy cuenta que hay un detalle, que creo, falta en todos nuestros planteamientos de progreso.
La tendencia es fijarnos metas POR HACER y dejamos por un lado LO QUE SOMOS. Lo que quiero hacer y lo que soy son dos aspectos que no pueden separarse y deben tener un enfoque importante si queremos avanzar consistentemente. Buscar separarlos es causarnos un sufrimiento innecesario. Realmente muchas veces no logramos avanzar en lo que queremos hacer porque no tenemos la estructura o el carácter necesario.
Los que hacemos refleja lo que somos y viceversa. Esta es una dinámica que como repito no puede evitarse y buscarlas separar estrictamente solo causará sufrimiento y perdida de tiempo.
¡Fijémonos metas PARA SER!
Es mucho más fácil crear un plan de lo que queremos lograr hacer. Pero lograr metas de quien queremos SER requiere un poco más de dedicación, conocernos más y hacernos preguntas menos obvias y más serias.
Crecer en lo que somos crea el fundamento base (como una construcción) para crecer verticalmente en lo que queremos hacer. Todos podemos estar haciendo lo mismo pero no todos nos estamos convirtiendo en lo mismo. Es decir, dos familias pueden lograr este año construir sus casas una logro una construcción y la otra un hogar.
Por lo general las ideas no nos faltan, las emociones pueden estar allí pero, ¿Tenemos lo que se necesita para alcanzarlo? La valentía, la autodisciplina, la organización, la paciencia, la constancia y el entusiasmo son algunos de esos elementos que tienen que ver con el SER y que si logramos SERLOS sin duda todo lo que hagamos será indudablemente alcanzable y no solo alcanzable, sino disfrutable y permanente. Podremos cambiar nuestro que hacer pero lo que somos es lo que siempre permanece. Podemos perder el negocio que construimos pero las habilidades que aprendimos para lograrlo nos hacen capaces para volver a levantar otro negocio.
Planificando quien quiero SER
Para lograr esto tenemos que cambiar nuestra perspectiva entre: “que quiero tener o que nuevo quiero hacer” por “en quien quiero convertirme”. Tus metas pueden estar dirigidas a obtener algo como un título universitario o puedes proyectarte aún más allá determinando que tipo de profesional quieres ser. La realidad es que muchas personas logran obtener cosas y esas cosas no reflejan la realidad de los que son. Lo que somos es lo que le da valor a lo que tenemos.
De nuevo la pregunta, ¿En quiero convertirme?, aquí algunas ideas:
1 Conocerse es clave. Dedica tiempo para describirte. Haz el ejercicio de escribir tu biografía. Si el día de hoy te invitaran a dar una conferencia en alguna parte del mundo ¿Cómo quien deberían presentarte? ¿Cómo deberían describirte? Este ejercicio puede ser un tanto ridículo para unos y desafiante para otros. Pero si tu mismo no puedes poner en palabras quien eres coherentemente y aceptarlo, no puedes esperar que otros lo hagan por ti.
2 Priorizar es indispensable. Muchas cosas podemos hacer pero pocas son las que debemos. De todas las cosas que este año haz pensado hacer prioriza aquellas que vayan de acuerdo y aportan al tipo de persona que quieres ser. A cada momento tomamos decisiones que pueden alejarnos o acercarnos a nuestras metas, prioriza cosas que realmente valgan la pena tu atención y tus recursos, algo digno de tu vida. Decidir es tanto tu derecho como tu responsabilidad ejercerlo.
3 Administra tu entusiasmo. Mucha de la motivación que necesitas para lograr lo que quieres puede verse comprometida por una mala administración emocional. Hay personas, ambientes, tipos de música, programas de TV, conversaciones y actividades que simplemente no suman a tu perspectiva de vida. No dejes que estos elementos drenen tus aspiraciones. Durante el año fallarás, tendrás obstáculos y eso es normal, ¡no dejes que esto te desanime!
4 Mejores elecciones. Observa los lugares que frecuentas, las personas con las que tiendes a pasar tu tiempo y el tipo de conversaciones que tienes con ellas. Te darás cuenta que tus elecciones moldean tu estilo de vida y te forman. Las experiencias que tenemos en la vida nos forman para bien o para mal y muchas de ellas son cuestión de elección. Se mejor eligiendo mejor.
Propongámonos hacer de nosotros una mejor versión de nosotros mismos este año. Nuestra vida es una y cuando tenemos metas de SER nos es más fácil tomar decisiones de lo que queremos HACER.
¡Que lo que hagamos este año revele quienes somos y a donde vamos!