Debo + Puedo + Quiero
Tomar decisiones enfocadas bajo esta clasificación puede resultar un buen ejercicio.
De pronto aquellas cosas que por “quererlas” ya sea por placer o necesidad las convertimos en un “debo” o de pronto nos ocupamos en cosas solo porque “podemos” pero ni debíamos hacerlas.
En fin, ¿Qué tal si clasificamos nuestras actividades y decisiones en base a estos tres?
Es de sabios saber la diferencia entre lo que se “debe”, lo que se “puede” y lo que se “quiere”.
No debo hacer nada solo porque puedo y no hago nada sin querer.
El deber apela a la responsabilidad, el poder a la administración y el querer a la decisión.
No hago algo porque simplemente puedo y no dejo de hacer porque simplemente debo y no quiero. Y hago algo no porque pueda o deba sino porque así decido hacerlo.
Es de sabios conjugar y decidir entre lo que se “debe”, lo que se “puede” y lo que se “quiere”.
Al final, lo que debes hacer no dejes de hacerlo. Piensa bien lo que puedes hacer, que puedas no significa que debas. Y todo lo qué haces hazlo por que quieres, haz uso de tu voluntad.
Decide mejor y vive mejor.