El cambio no se hace apartir de lo que no se es.
Los cambios no perduran si no afectan lo que somos. De hecho si no somos transformados nosotros lo que hacemos se convierte en simple hipocresía.
Lo real y natural ocurre desde el yo. El cambio es privado primero para ser público después.
Si bien no soy lo que hago, hago de acuerdo a lo que soy. El cambio no se hace, el cambio se es.
¿De que sirve que todo cambie si yo me quedo igual?
Alterar el comportamiento dejando intacta la identidad es ponerle una curita de Mickey a una yaga cuando lo necesario es una cirugía.
¿Porque las cosas no cambian? Porque no hemos sido diferentes.
Hay que ser lo suficiente curioso, dudar, preguntar y juzgar el ahora. Desaprender para aprender.
Volver a imaginar y operar desde la convicción privada para traer el nuevo público.
Experimentar la verdad.